viernes, 10 de diciembre de 2010

Diciembre necesita de una mujer

¿Habrá acaso alguien sobre la tierra que sea capaz de no guardar un recuerdo lleno de ternura, gratitud y respeto para aquella, por la cual, Dios nos entregó la vida?
Y, sin embargo, parece ser que sólo hay una persona en esta historia que no merece una celebración, un recuerdo, una manifestación de ternura, de gratitud y de respeto: La Virgen María.
Hay personas que creen en Jesucristo y que quisieran olvidar que Jesús tuvo una Madre.
Los católicos, recordamos con ternura, gratitud y respeto a la Madre de Jesucristo y creemos que esto, muy lejos de molestarle a Cristo, le agrada, puesto que Él ama con un corazón más puro que el de cualquiera de nosotros.
¿Acaso el cuarto mandamiento excluiría a la Madre de Cristo? ¿Tú crees que Jesús hubiese olvidado este mandamiento?
Nuestra vida cristiana experimenta un gozo especial en este mes de diciembre. Distintas fiestas con diferentes horizontes, en las que veneramos a la Madre de Cristo que nos conducirán a la Fiesta de la Humanidad en un lugar sencillo, aparentemente ubicado en el sótano del mundo, que transformará la casa del hombre en santuario de la divinidad.
La primera fiesta tiene alcance universal: La Inmaculada Concepción. Es la Virgen María que se ha conservado llena de virtud. Es esto lo que reconoce el mismo Arcángel Gabriel cuando la saluda: “Dios te salve María llena eres de gracia, el Señor está contigo”. (Lc. 1,28).
¿Sabes lo que significa estar llena de gracia y que el Ángel diga: el Señor está contigo?
Y apenas pasamos la alegría de esta fiesta universal, y nos llenamos de gozo al celebrar a Santa María de Guadalupe después de que ella hubo recorrido las montañas para llegar a un lugar distante, para así atender a quien necesitaba escuchar que ella nos ha ubicado en su regazo.
Y así de la mano de una mujer; el mundo, nuestra nación, nuestra ciudad y así nuestros hogares se irán preparando a la Fiesta que ha de convertir al mundo en una casa y al hogar en un universo.
Allá en Belén nacerá de la Madre sin padre quien nació del Padre sin madre, será en el pesebre en donde habrá de nacer como hombre de la Madre quien como Dios nació del Padre, llegarán los pastores y los magos a adorar a quien en el nacimiento del Padre es principio de la vida y en el nacimiento de la Madre es el fin de la muerte.
¿Crees tú que pueda ser santa aquella que tuvo en su seno al Santo de los Santos? Hay quien lo llega a negar. ! Hay cosas que yo no alcanzo a comprender!
! Que la Madre de Jesucristo cuide maternalmente de todos en estos tiempos tan difíciles, incluyendo a aquellos que la quieren separar del misterio que nos preparamos a celebrar en este mes de bendiciones.

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