martes, 26 de octubre de 2010

¿Cristo huesped en mi propia casa?

Podemos asumir que Jesús quiere vivir con nosotros, él quiere vivir con nosotros, él quiere entrar en nuestra casa, permanecer en ella. Por tanto nos preguntamos ¿ Le dejamos ? Si alguno me oye, y abre, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo. Jesús desea ante todo la intimidad con nosotros. Precisamente porque hoy tengo que alojarme en tu casa, dice Jesús, es decir ahora.
Jesús no tiene temor de contaminarse por entrar en la casa de un pecador, lo especial sucede que Jesús contagia la salvación, porque donde entra el Salvador entra la salvación.
Sorprende este amor gratuito e incondicional, y hay que recibirlo con alegría, y es tan grande el contagio que cambia la vida, es decir nos vence la fuerza del amor.
El complemento sapiencial al hecho de la conversión, que es el fruto maduro que cae del árbol a la primera sacudida que le hace Jesús.
JESÚS ES UNA PRESENCIA QUE TRANSFORMA.
Jesús se dirige al hombre despreciado su mensaje es de msericordia y de comprensión, en el cual la cercanía de Jesús a los enfermos, a los pecadores y a los despreciados revela el rostro misericordioso de Dios y su amor entrañable a todos los que están alejados de Él.
Mostrar la misericordia de Jesús hacia los pecadores, la conversión nos demuestra que ninguna condición humana es incompatible con la salvación.
EL HOMBRE QUE MUESTRA LA DISPONIBILIDAD PARA ACOGER A JESÚS, DEJA QUE EL MAESTRO MUESTRE EL DON DE LA SALVACIÓN.
El problema actual para muchos de nosotros es sí realmente quiero " ver a Cristo " o quiza más bien, ¿ evito el encuentro con Él ? ¿ prefiero no verlo o prefiero que Él no me vea ó prefiero verlo de lejos, no acercandome demasiado, no poniendome ante sus ojos, para no tener que aceptar toda la verdad que hay en Él, que proviene de Él, de Cristo.
No nos dejemos confundir fácilmente por supuestas inspiraciones de este mundo e indiferencias respecto a los mayores valores divinos y humanos. y más bien acoger una de las más bellas expresiones del evangelio " El Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba pérdido ", y estas palabras nos descubren la misión salvifica de Cristo. De la misión que permanece en la Iglesia y así comprender la Constitución dogmática sobre la Iglesia " Lumen gentium ".

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