Volver al mundo, como suelen llamarlo la gente de religión no es sencillo y más después de ocho años de una vida donde todo gira en torno a la oración, la formación, el estudio, la comunidad, dentro de un ambiente de protección, seguridad, una vida que parece que no tiene complicaciones, y con el único fin que ayudar espiritualmente a los demás. La vida parece así parece fantástica. Pero al volver todo son contrastes.Conocí a un sacerdote, un padre muy espiritual, me animó a escribir estas líneas que podríamos llamar un despertar, despertar al grito de Cristo Rey nuestro, despertar con la música de la radio. Ducharse corriendo y llegar puntual a las 6.45 a la capilla. Desperezarse, subir al autobús adormilado, para llegar a trabajar. Dedicar una hora a la meditación personal, y acudir a la santa misa. Llegar con tiempo a la oficina y esperar una mañana repleta de trabajo. Jóvenes que vendrán a pedir un apoyo, asesoría. Tener una mañana ordinaria, soportando a los profesores, rezar en cada unidad, charlar paseando por los jardines con los hermanos de cosas amenas, situaciones. Vestir una sotana negra. Enterarse de los últimos chismes en la oficina, usar una camisa azul a rayas, quedar bien con las chicas. Preocuparse por la vida interior, hacer examen de conciencia, arrepentirse, comer escuchando atentamente al lector, preocuparse por la situación de la Iglesia, pedir fervientemente por una persona en especial, realizar llamadas a los conocidos, disfrutar de una rica merienda. Comer a prisa, capturar los últimos cursos para anexarlos al informe. Salir con los amigos a tomar un trago, llegar fastidiado a casa, contando las últimas noticias, chatear y cenar unos tacos y volver a empezar. Rezar tranquilamente el rosario con un grupo de hermanos, revisar el diario, cenar y acostarse, no sin antes encomendarse a Dios. Ambas facetas son mi misma vida, una antes, otra ahora.Despertar o nacer, romper una burbuja volver como un niño, de ellos es el reino de los cielos, al mundo salvaje. ¿no sabes enviar un mensaje? ¿Qué no sabes que las redes son inalámbricas?¿no tienes Facebook?¿ Nunca has tenido una novia?¿No sabes tratar a las chicas? ¿No has tenido relaciones? ¿nunca has estado en un antro? ¿nunca te has puesto pedo? ¿con quien sales el fin de semana? Suelen ser las primeras preguntas, cambiar el trato de hermano a guey.He conocido la Ciudad de México, he estado en fiestas y he visto más películas de las que vi en ocho años dentro. Me he paseado por el Cervantino, he hecho cosas que hasta ahora no me había atrevido, he vuelto de nuevo a nacer, para bien o para mal, eso lo dirá el tiempo.No pido entender al mundo, ni que me entienda, sino busco entenderme con él, siendo yo mismo. Las circunstancias varían, pero el fin es el mismo, la gloria de Dios.
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