sábado, 4 de junio de 2011

ANDAR EN LAS NUBES Ó UN PASEO POR LAS NUBES ¡ DE PELICULA !




La potencial fragilidad del hombre hace experimentar la duda, la perplejidad, la prueba, la búsqueda, los " por que " no respondidos y hasta los cuestionamientos al mismo Dios, ¿ que pueden hacer los cristianos de todos los tiempos para fortalecer la debilidad de las dudas que se mezclan con la fe ?, Sin lugar a duda la presencia del Señor Jesús que se presenta revestido de plena y total autoridad y potestat para ordenar y asegurar un apoyo sin límite de tiempo.
El último encuentro de Jesús resucitado con los suyos se concreta en una montaña. En un monte había proclamado las bienaventuranzas del Reino, en una montaña se había transfigurado. La montaña es el lugar de Oración de Jesús, donde Él se encuentra, cara a cara con su Padre Dios. Lo que Jesús enseña, en la montaña, procede de su íntima relación y comunión con el Padre.
Jesús Resucitado, desde la montaña de la Ascención, envía a sus Apóstoles a enseñar a cumplir todo lo que les ha mandado.
El Señor resucitado los lleva, a la montaña, un lugar donde Él solía rezar y retirarse para estar a solas. Allí desaparece de su vista tras la nube. Aquella nube que esconde el cuerpo de Cristo posee un profundo significado bíblico. En múltiples ocasiones en la Sagrada Escritura, La Gloria de Dios se manifiesta en forma de nube. La nube fue la que se interpuso entre el campamento de los israelitas y el de los ejercitos egipcios que venían en su busca por el desierto. Esa nube era la que defendia a Israel y la que indicaba el momento de alzar el campamento y reemprender la marcha. El texto del Éxodo es muy significativo: Yahveh iba al frente de ellos, de día en columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en columna de fuego para alumbrarlos. Es también la nube la que se aparece en el Sinaí y envuelve a Moisés con el misterio para recibir las tablas de la ley. La nube es símbolo de la cercanía de Dios: Dios está presente, se avecina y se deja sentir, pero al mismo Dios es trascedente, es santo, esta por encima de los cielos. La nube es revelación y misterio. Es revelación y ocultamiento. Es una verdad que se revela ocultándose y se oculta revelándose.
ElSeñor subió a los cielos y se sienta a la derecha del Padre, Él nos precede en nuestro peregrinar hacia la casa del Padre. Él se encuentra en el cielo para interceder por nosotros. El cristiano debe tener los ojos puestos en el cielo y los pies sobre la tierra. Es decir, debe tener una esperanza sólida y profunda en la vida eterna, pero debe dedicarse con empeño y abnegación a las tareas presentes
Así nosotros tenemos la viva esperanza de llegar también un día al cielo, allí donde Él reina, allí donde la cabeza del cuerpo ha llegado.
Cristo asciende a los cielos para sentarse a la derecha del Padre y para prepararnos un lugar como lo ha prometido, es menester poner nuestro empeño para caminar como bautizado, enviado a trasmitir los mandamientos, enviado a evangelizar, LA MISIÓN ES COMPROMISO. EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO.

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